Si además de sólo poder meter las anillas el estellés, le toca una de las vacas más complicadas del concurso, el problema era importante. Óscar está haciendo una gran temporada, pero lleva bastantes concursos sin poder actuar con la pareja que empezó. Eso lastra mucho.
Bien acompañado estaba en la plaza, ir con Morella da tranquilidad. Se encontraron con una vaca que hizo una salida fría. Llegaba frenando al final de las arrancadas. Cosas extrañas para las anillas hacía. Todo midiendo. Vaca muy andada. Algún remate en los burladeros dio, remates con malas intenciones, pero sin ir con todo.
Tiró Óscar y al primer recorte ya se vio que era de cero anillas. Entró al recorte reservándose un tranco y humillada. La frente por delante y el morro recogido. Calamocheando y defendiéndose. Era prácticamente imposible meter la anilla a una res así. Además no era, ni mucho menos, vaca de fiarse para quedarse en la cara, porque por su expresión y sus reacciones, tenía pinta de no perdonar.
Consiguieron una buena rueda al principio, con buena compenetración, pero lejos del pitón porque ni entraba hasta el final, ni levantaba la cabeza. Le costó salir de tablas y ahí pidió la batalla. El estellés se la dio y tuvo mérito recortar a una vaca que presenta tantas complicaciones.
Bien Óscar aunque sin opciones, con Morella bien acompañando. La de Cuartero no lució para las anillas. Un comportamiento así no es apropiado para un concurso. Mejor dejarla para otras batallas.

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El sino de la pareja. Casi siempre igual. Bien lidiada, bien acoplados a la embestida, bien de fuelle, bien compenetrados, bien llegado a la cara, bien puesta la mano y cuando hay que dejarla dentro, se va fuera. No tiene lógica. Si son capaces de hacerlo todo bien, por qué no rematan. El día que encuentren el por qué, no se bajarán de los premios de los concursos.
No era sencilla de anillar la tercera de la tarde. Pitonazo cuando sentía la mano, para quitarse de encima a quien la agarraba. Pese a ello tuvieron bastantes anillas que se fueron a limbo. Recortaron mucho, pero aún podían haber recortado más. Vaca brava y con chispa de Cuartero.
Trabajaron bien a la vaca, lucieron ellos y la del cencerro. Chispa de los guipuzcoanos y de la de Cuartero. Brava y con corazón que se revolvió pronta al cite y acudió con alegría a los recortes. Bien los gemelos pero sin mano. Una vez más. Pese a no ser sencilla se quedaron muy bien en la cara agarrando pitón en numerosas ocasiones. No las transformaron en anillas.

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Al primer recorte "Chusky" se abrió. No tenía por qué, se la hubiera ganado. Parecía que encaraba la actuación con eso, hacia la desconfianza. Pero no fue así, enderezaron rápido y se confiaron. Vaca de perchero importante que asustaba por lo descarada.
Consiguieron una buena rueda, pero no fue la tónica. Quisieron ir de uno en uno, como desconfiados en el quite del compañero. Tiró Diego por delante y no hubo continuidad. De uno en uno no iban a desgastar a una vaca que aunque fue franca al recorte, tuvo fondo de raza para ser muy difícil de echar abajo.
En individual dieron abundantes recortes, de mérito bastantes de ellos. Se supieron acoplar a la embestida bien y tuvieron bastantes opciones de anillar. En especial "Chusky" se paró en la cara con gran serenidad. Siempre ha tenido muy buena mano el de Massamagrell y es porque se cuadra muy bien en la cara y llegar con solvencia a la punta del pitón. Consiguió una anilla muy buena que cayó hasta la cepa.
En el final de la actuación, sobre la cuenta atrás, Sedeño metió una anilla muy buena. Así terminaron los tres minutos. Actuación digna de la pareja ante una vaca seria de Cuartero. Perdieron anillas en las que se abrazaron literalmente al pitón, pero que luego no entraron. De uno en uno, era imposible hacerse con una vaca así.

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El lunar de la tarde. Una vaca con una actuación interesante en la pasada feria del Pilar en las vaquillas. En Alagón iba a naufragar. No quiso y no le ayudaron a que quisiera. Lo primero en más de un ochenta por cierto, las cosas como son.
Cuando las vacas salen al paso de toriles, ya empezamos mal. Paso de desentendida desde un principio, ese fue su caminar. Cabeza altiva y muy pocas ganas de pelea. Una vaca así, que sale con esas pintas, necesita de mando en la plaza firme. Como no lo hubo, se desentendió de todo claramente. Suelta a las primeras de cambio.
Se quiso ir con gestos feos y desmanes en dirección contraria. Comportamiento muy deslucido para las anillas manseando claramente. A su aire y buscando el sitio que nadie la molestara. De las de encorrer si hubieran ido por detrás. Recordando una vez más, que eso no hay que hacerlo nunca.
Midió todo lo que hizo y acudió por compromiso a los escasos recortes que le dieron, saliendo de ellos en dirección contraria y sin emplearse. La peor de la tarde con diferencia. El borrón. Salió petardo. La pareja ante ella poco pudo hacer, aunque sí posibilitaba meterse más con ella. No lo vieron.

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La de cal y la de arena, o la de arena y la de cal, que siembra muchas dudas saber cuál es cuál. La buena es la de cal, para aquellos que tengan dudas con la expresión. Así pues, en esta sexta hubo de cal. De cal con picante además. La que más peligro transmitió a los tendidos.
Si una vaca echa para atrás a Morella, se puede poner una medalla. Con dieciocho años se le puede permitir que un día uno lo vea. No pudo con la vaca, no pasa nada. Con otras tan peligrosas ha podido. Sin embargo Jaso, al segundo estuvo muy acertado entrando a las pasadas en falso de David.
La de Cuartero era de pedir el carnet de recortador. De las que se cruzan hacia delante y luego hacen hilo. Morella no llegó a pasarla en los tres minutos. Se abrió. La de Cuartero le ganó psicológicamente y le cerraba la salida. Aitor declinó ir al primero, lo que hizo que se perdiera tiempo. Al segundo, detrás del recorte en falso de Morella, lo veía mejor.
Las tandas de uno y medio eran, medio por delante y Aitor echándose encima. Pero en una de esas tras conseguir una buena anilla, la vaca no perdonó y se fue con él hasta las tablas. Lo alcanzó y le dio un golpe importante. En el callejón se quedó dolorido.
Salió Manolo para acompañar, pero ni por esas Morella lo vio. Era el día de no. Manolo sin embargo sí que demostró el nivel al que está, pegándole un recorte soberbio en el que marcó una anilla perfecta. Se podía ganar la cara de la vaca, aunque claro sólo con unas grandísimas piernas.
Ganó la vaca a la pareja. Vaca con guasa. De las de quitar el sitio. Seria y peligrosa. Cruzadas impresionantes queriendo ganar terreno, pero yendo hacia delante. Nada de frenarse. La vaca para delante. Buena vaca de Cuartero, con mucho picante para las anillas.

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Hecho histórico en las anillas. Padre e hijo formando pareja. Qué difícil de ver es, que se sepa es la primera vez que sucede. Los Constanza, codo con codo, saliendo como pareja a un concurso. Unos treinta años entre uno y otro. Aquí no vale decir, lo de que por edad podría ser su hijo. Lo es.
Al padre no hace falta presentarlo, al hijo, se le iba a ver por primera vez en un concurso de relevancia, con algún escarceo previo. Como todo el que es hijo de un grande en cualquier disciplina, tendrá sus pros y sus contras. El apellido le podrá abrir muchas puertas, pero también se le mirará con lupa y comparará con el padre. Lo que obviamente rara vez será justo.
Hubo proteccionismo paterno en la plaza y fue Eugenio por delante. Cogiendo a la vaca con astucia y aliviándose. Lógico, muchas batallas ya y el físico portentoso para su edad, llega justo para las anillas. Roberto al segundo fue. Y fue, fue. No se encogió en ningún momento. Detrás de su padre a donde fuera.
Roberto recorta a lo Constanza. No tiene el ímpetu juvenil, ni la velocidad que da esa edad. Él se templa y pasa trotando por la cara. Recortar a lo Constanza es echar un piropo, pero también entraña el riesgo que siempre ha corrido su padre en las plazas. Como tenga mano meterá anillas, eso seguro.
Recortaron mucho, el fuelle les falló a los dos porque hubo mucho desgaste. Cuando empezaron los momentos de compromiso es cuando llegó el peligro. Apurados a partir del embroque ambos. Entonces empezó a poblarse la plaza. El último minuto fueron muchas las personas que había por el ruedo. Por tratarse del primer concurso, no pasa nada. Ahora bien, de cara a un futuro no se podrán repetir estas circunstancias. Afea mucho una actuación si la plaza está poblada como para una capea.
Se apreciaron cosas interesantes en Roberto, parece que va a tener un hueco en las anillas. Su progresión en la próxima temporada irá indicando cuál será su lugar. Una actuación bonita para recordar, por juntarse como pareja padre e hijo. Y la de Cuartero por su parte, invitada a la fiesta. Facilona al recorte y aunque con cierta dosis de bravura, sin llegar a emplearse del todo. Perdonó varias acciones. Cumplidora sin más.

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Ojo de perdiz, moro fino y dos gatillos por delante hacen de una vaca seria por apariencia. Con cara de certera. De las que da la sensación de que si coge, no se escapa la presa. Seria también por comportamiento, sin regalar nada y esperando en los medios a que le dijeran algo.
Si ante una vaca así falta decisión, nada se puede hacer. Vaca lista pero que al recorte no hacía extraños. Lista por saber que ella se hacía fuerte en los medios. Ahí había que ir a buscarla y no se fue, entonces era imposible que la recortaran. Se perdieron en colocaciones que en todo momento apuntaban a Gonzalo al primero. Mario no quiso.
Dos recortes de mérito dio Gonzalo y todo eso fue la actuación. Sólo al final Mario se lanzó a pasarla una vez. Muy escaso. Más decidido el de Utebo, que el de Casetas y poco más. La de Cuartero sin ver, pero intuyendo cosas positivas.

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El bombón del concurso. Suave como la seda y complaciente. Quiso poner todo de su parte para que le metieran las anillas. Brava de manera pastueña. Bravura palpable pero sin llegar a emocionar. Se le reconoce el mérito de querer ir a todos y cada uno de los recortes. Además siempre con el rabo levantado.
Con una tan fácil de recortar y anillar, y no llegar a los primeros puestos, hay que ponerlo en el debe de la temporada. En el balance del año, recordarán qué vaca se les escapó en Alagón. Recortaron mucho. Ruedas muy largas. La vaca a todo de manera entregada, aunque sin picardía alguna. Dejaba hacer. Una vaca para aprender.
Al principio faltó acople. Después ya no. Acertaron a coger el pitón en casi todos los recortes. Permitía una siesta en la cara la vaca, va y fallan las anillas. Incomprensible. Falló la mano de manera evidente. Metieron una cada uno, buenas anillas por la ejecución. Y con ellas la demostración patente de la facilidad con la que se podían meter.
Bien por recortar y mal por tanto fallo. Una vaca así no se puede ir. Era muy simplona. la de Cuartero, por su fondo de bravura bien. Le falta picante, pero querer, quiere ir a todo. No se puede tener todo. Esta, al reparto de inteligencia llegó tarde. Al de bravura, de las primeras. Y se olvidó de ir a la cola del picante.

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Llevaba ya unos cuántos concursos esta pareja sin estar como debieran. Anclados en el principio de temporada no han ido a más. Entre que las lesiones les han marcado y que psicológicamente parecían tener la moral comida, no estaban como parecía que iban a estar a principio de temporada.
Cambió la cosa en Alagón. Otro punto álgido en la tarde. Gran primer recorte de Mariano. La vaca cruzándose y enterándose a la primera de cambio de que iban a por ella. Eso hace menos a una vaca. "Pericolo" detrás y la compenetración desde el principio fue perfecta. Labor de desgaste.
No entraban las anillas al principio. Entraba con fuerza la vaca y cruzándose. Costaba encontrarle el acople. Al desgastarla fue perdiendo ímpetu y aprovecharon el momento. Acertaron las anillas agarrándose como perros a la punta. No se soltaban hasta que la anilla estaba dentro. Anilla de mucho corazón. La vaca corneaba cuando se sentía sujetada por la punta.
Entre que el público apoyaba al de casa y una rueda vibrante en la que acertaron cuatro anillas consecutivas, la plaza era un hervidero. Las palmas no cesaban y daban alas a la pareja que se encendía a por el primer puesto. Estaba en su mano, pero no llegaron. La falta de fuelle lógica del del Villafranca por el parón de su lesión en las últimas fechas hizo que no redondearan cuando ya habían conseguido acoplarse a la perfección a la de Cuartero.
También falló la colocación para el último recorte de Mariano en la cuenta atrás, lo que les podía haber hecho sumar una más. Pese a eso, la actuación fue muy buena. Llena de pundonor y raza. Siete anillas a esta vaca es un muy buen resultado. Una vaca de las destacadas de la tarde. Se mostró brava, tuvo chispa y aportó emoción por cruzarse en los recortes y llegar con fuerza al embroque.

7 anillas